En cualquier evento
familiar; sea un bautizo, cumpleaños, comunión o boda, los padres siempre son
un motivo importante a fotografiar aunque no sean los personajes
principales.
Como fotógrafa, a
pesar de no recibir ninguna instrucción de parte del cliente, procuro siempre
preguntar quienes son los padres de los protagonistas (si no es que son ellos
los que me contratan) y hablar un rato con ellos para así saber como sacar el
mejor partido a las fotos que voy a tomarles.
Hay papás
tradicionales, que quieren fotos tradicionales y suelen posar muy bien. Hay
otros un poco más tímidos a los que debes encontrar en un momento de descanso,
donde la tranquilidad les permita sentirse a gusto.
Sin embargo, los
amantes de la espontaneidad no deben desanimarse porque a los padres siempre se
les podrá captar en un momento de alegría, donde la felicidad y el orgullo les
desborde por los ojos.
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